lunes, 14 de noviembre de 2016

CAZA, GESTIÓN Y CONTROL

Ayer debatíamos un tema algo complicado en twitter, la sobrepoblación de jabalíes en el Pirineo. 
Salía a la luz una fotografía de un plantel de cochinos, donde reinaba la variedad de tamaños. La caza, por supuesto, es una herramienta de control y gestión de la naturaleza, dónde bien realizada, se muestra una natura de "repoker de ases". 
Hablar de las gestiones de las fincas, es algo utópico, pues considero un tema casi tabú sin saber cómo es la finca ni lo que necesita. Cierto es, como ayer debatía con un amigo, que no se trata de eliminar al más fuerte de la manada, pero tampoco un exterminio de todo lo que entre. Por aquí en Extremadura, conozco varias fincas con sobrepoblación -de cervuno en estos casos-, donde se intenta salvar ese exceso mediantes descastes selectivos, muchos de ellos de hecho sin monterías de por medio y con resultados exitosos.
Las sobrepoblaciones nos están pasando factura, no solo de cochinos, hablo ya de varias especies (las cabras en Madrid, cervunos -Monfragüe o la reserva del Cíjara- y otras tantas que seguramente habrá pero no aparecen por mi mente ahora). Cuantiosos son los casos de denuncias en ciudades por los colmilludos yendo a buscar comida. Cuando un animal no tiene un depredador natural, la caza se convierte en un método regulador. 
Hablando de lo que he vivido y visto, me referiré a un caso en particular y quizás menos conocido, La reserva del Cíjara (BA). Tuve la oportunidad de cazar durante varios años una finca muy próxima a ésta, cuyo trayecto, me obligaba a cruzar la reserva. Las imágenes eran desoladoras, llegaba el estío y con él, la agonía al campo. Ciervas absolutamente desnutridas, con gabatas que chupaban la vida de su madre hasta el destete. Veías ciervas mal alimentadas, a merced de las enfermedades, las cuales en esta epoca se agravan, pero eso sí, veías ciervas, cientos de ellas, a patadas, y todas ellas vigiladas por el ojo carroñero del alado negro y leonado, que seguro disfrutarían de gloriosos festines cada poco tiempo. La tuberculosis arrasaba con ellas y como consecuencia con el ganado doméstico. (Hablo de lo que ví, desconozco su situacion actual, espero que haya cambiado). Por aquel entonces, la caza de la reserva estaba muy controlada, pero desde los despachos las realidades se difuminan bastante. El problema que suponían los males planes cinegéticos llevaron a una reserva de "desvida", de sufrimiento de la fauna, que rompía los corazones de quién sabía lo que pasaba.
En definitiva diré, que las gestiones y controles poblacionales, desde mi punto de vista, no consiste en el machaque y arrase de nuestros campos. En efecto son necesarios y de casi obligado requerimiento en algunas zonas, mas respetando unos límites, a mi entender.
Gracias por leer, y me encantaría leer vuestras opiniones sobre este tema. Buenas Noches
Ignacio

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